Te Extraño
No extraño tus manos sino tus
caricias;
Y tus ojos no más que tu
mirada;
Y más que tu pelo, tus
pensamientos,
y más que tus labios tus
besos.
no extraño
tu alegría sino tu sonrisa;
Y más que tu piel, tu calor,
No tu voz, sino tus palabras;
y más que tu recuerdo tu existencia.
no extraño la tristeza
sino están tus lagrimas;
tus brazos no son nada sin tus
abrazos,
tu mente se nula sino hay
locuras;
pero más que nada no te
extraño a ti sin tu presencia.
no extraño
tu corazón sin alma propia,
ni a ti sin tus recuerdos;
porque no te he visto, solo te
deseo;
porque solo te veo en mis
pensamientos;
porque tu estas mucho más
lejos de este mundo de lo que mi mente y mi corazón creían.
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En Paz
Muy
cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque
nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque
veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que
si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto,
a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
¡más tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé
sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé,
fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
Amado
Nervo