viernes, 18 de mayo de 2018

De cara a las elecciones, que nos coja confesados.

De cara a las elecciones, que nos coja confesados. 

Sociólogo - Esp. en Análisis de Políticas Públicas 
Universidad Nacional de Colombia 

Hoy mi animé a escribir una serie de reflexiones (confesiones) que desde hace días vengo haciendo en círculos privados, con amigos con los que a pasar de las diferencias se puede debatir sin agredir, son esas reflexiones (confesiones) las que hoy quiero poner sobre el papel, para el análisis, incluso para el debate y la controversia, aunque pueda que no tenga mayor efecto en los temas sobre los que versan tales reflexiones.

Para nadie es un secreto mi postura antiuribista, que no es per se, como sociólogo, como analista político (al menos eso intento), como ciudadano, como defensor de derechos humanos, como habitante de una región profundamente golpeada por la violencia, sé que la venganza y el odio, generan más venganza y odio, volviéndose así en un círculo perverso de muerte.  Y eso es lo que ha encarnado Uribe odio visceral y su sed de poder.   Su doctrina de seguridad democrática permitió entre otros desmanes los Falsos Positivos, y que bajo el amparo de sus gobiernos (no solo los presidenciales), los grupos paramilitares cometieron masacres, torturas, desapariciones, desplazamientos, despojos, solo para nombrar algunas violaciones a los DDHH y Delitos de Lesa Humanidad que él tanto cuestiona.  Bueno será la historia y la justicia espero que lo juzgue.  Digo esto para hablar de su candidato (su 4to candidato:   Arias, Santos, Zuluaga y ahora Duque) el más reciente Iván Duque, por el simple hecho  que sea el candidato que dijo Uribe, Duque no es una opción viable, por lo que dije anteriormente,  pero además porque Uribe tiene el don del Rey Midas pero al revés, pudre y corrompe todo lo que toca, y por eso ha estado rodeado de la peor gente, (salvo su esposa, a quien conozco y creo que es un gran ser humano, de quien me atrevería a decir es una víctima más de la sed de poder de este señor) narcos, paras, parapolíticos, cabales, Rito Alejo, y paloma, en fin, ésta lista puede pasar de Castaño a oscuro.

Iván Duque enfrenta o enfrentará una de esas llamadas encrucijadas del alma[1] (Uribe; 2009), desde la perspectiva de la planeación por escenarios, planteo dos escenarios ambos posibles que encarnan dicha encrucijada, en todo caso ambos escenarios nocivos para el país. 

El primer escenario y tal como se ha visto hasta ahora, Iván Duque ha sido el discípulo más disciplinado de los 4 polluelos uribistas,  aunque él diga que “uno puede cambiar de partido por cuestión de principios, no puede cambiar de principios por cuestión de partido”   si hemos visto a un Duque que ha cambiado posturas[2] (expresiones fácticas de los principios) en temas como matrimonio igualitario, dosis personal, entre otros temas[3],  por cuestiones de partido, de ser un senador con posturas moderadas al interior de una derecha radical, hoy es más radical que Ordoñez, en muchas posturas, es decir, si cambió de posturas (lo que implicaría un cambió de principios o valores por así decirlo) por cuestiones de partido o de campaña, uno nunca sabe.

Así pues las cosas, siendo este el más aplicado de los polluelos, el riesgo de que el suyo un gobierno de cuerpo ajeno es mucho más latente, y eso sin duda es un retroceso, pues Uribe habría encontrado la manera de llegar de nuevo al poder, y ya lo dije la venganza y el odio genera más venganza y odio, sin hablar de la corrupción, Del apoyo de Ordoñez, y algunas iglesias cristianas (no todas) que encarnan un pensamiento retardatario.  Es decir, un salto a 1886. (otros dicen que al siglo XIII), pero los uribistas dirán que no, que eso es pura paja.

El segundo escenario de la encrucijada, es que Iván Duque, ya con banda presidencial haga lo de su antecesor Santos (recuerden que el ala más radical del CD, acusaba a Duque de ser más santista que uribista), en este sentido, una traición más para esas carnitas y esos huesitos, y por ahí mismo tendríamos 4 años más de oposición al estilo vaca muerta, una talanquera legislativa y un problema de gobernanza, lo cual sin duda también es nocivo para el país.  Así que cualquiera de los dos escenarios es desalentador, es posible que haya otros escenarios, pero en este ambiente radical y polarizado solo se me ocurren estos dos extremos. (volverán los uribistas a decir que eso es pura paja, que es que yo soy castrochavista, petrista).

Muchas horas de discusión con mucha gente: amigos, conocidos y desconocidos fanáticos uribistas, me ha costado mi posición anti uribista, los cuales me han insultado, me han dicho mamerto, miliciano, y hasta petrista a manera de insulto. 

En relación a Gustavo Petro, es a mí a quien asalta una gran encrucijada, como explicar que, siendo partidario de una Colombia más Humana, al mismo tiempo no sea petrista. So pena de tener que invertir más horas, de grato debate con amigos (ojalá inviten algo para el debate), trataré de exponer ese dilema.  En marzo de 2018, previo a las elecciones de congreso publicaba esto:

“A estas alturas del paseo creo que nos merecemos una Colombia más Humana, sin tener que pasar por aguantarnos las consecuencias del ego de Petro, construido junto con la Fuerza Ciudadana y el Compromiso Ciudadano, pero sin la indecisión y arrogancia de un neoliberal Fajardo, con un De La Calle sin la sombra de un corrupto Partido Liberal, nos merecemos no solo buenos discursos, sino un liderazgo decente, que logré entender que lo que está en juego es el futuro de nuestros hijos y no solo el su ego, que entiendan el clamor de muchos ante los avances de una ultraderecha, perversa, rancia, extractivista, corrupta y paramilitar. Y nos merecemos una sociedad que exija a sus líderes, no solo que alimente sus egos con fanatismo ciego, con veneración acrítica y sin asignarle ninguna responsabilidad en lo que pueda pasar, nos merecemos mejores líderes tanto políticos como sociales y si no somos capaces de exigírnoslo, entonces nos merecemos que nos lleve las putas, a la luz de la máxima hegeliana de que todo pueblo tiene el gobierno que se merece. Jorge Jaime E. Sentipensante”

Hoy sigo pensando lo mismo. Creo que son necesarias muchas propuestas de la Colombia Humana, como El proyecto social y político, es cierto que necesitamos una Colombia más humana, que necesitamos propuestas contrahegemónicas, menos neoliberales y más socialdemócratas, y esto implica un compromiso no solo político, sino social.  Cambios como estos requieren de una gran capacidad para hacer acuerdos, para conciliar y concertar, y creo que Petro tiene serias dificultades en este sentido, lo cual incide en la capacidad de sacar adelante sus propuestas, por sus marcados rasgos de personalidad, una persona con mucha capacidad de crítica, pero con poca disposición a negociar con sus contradictores, Esta última poco favorables para el gobernante, al menos así lo demostró, en muchas decisiones en su paso por Liévano (los petritas dirán que ese es un discurso de la derecha).  No podemos caer al igual que la derecha uribista en un fanatismo ciego, acrítico y adulador.

Quienes me conocen, saben que no soy de los que opina con la venda puesta; hay varias cosas innegables, primero, es cierto Petro encarna ese populismo de masas, de plazas llenas, que incita y evoca esa política de antaño, segundo, es cierto que necesitamos una Colombia más humana, con propuestas contrahegemónicas, y que el proyecto de Colombia Humana es el único que las contiene,  tercero, entre todo esto también hay que reconocer que a pesar de los avances de la Bogotá Humana, algunas decisiones poco asertivas, las relaciones tensas con el concejo y los entes de control y la debilidad para conciliar afectaron en la ejecución del plan de desarrollo, la tensión, la confrontación, son elementos que estuvieron presentes en su gobierno, y afectaron negativamente su proyecto de gobierno. No lo digo como opositor, sino como partidario de muchas de sus propuestas, insisto en que no podemos caer en el mismo fanatismo acrítico que cuestionamos y criticamos del Uribismo.

Ante esta encrucijada también me resultan dos escenarios extremos. El primero que tal como van las cosas, Petro ya con la banda presidencial, comience a quedarse solo, y por esa vía termine mal rodeado, y en ese orden de ideas, sea incapaz de anteponer la viabilidad de las propuestas por encima de su ego, este escenario, arreciaría la ya fuerte opción política y mediática, llevando a un escenario de ingobernanza e ingobernabilidad, que sería un pésimo escenario para el desarrollo de la Colombia Humana.

El segundo escenario, es que Petro, haya aprendido de sus errores de su paso por Liévano, y consiente de la responsabilidad histórica,  anteponga el interés general, que ahora no es solo el destino de una ciudad, sino de todo un país, por encima de su soberbia,  que logre consolidar un gobierno que cierre brechas y baje la polarización (social y política), y que por esa vía,  bien rodeado y con una alta capacidad de escuchar, logre hacer los acuerdos y alianzas necesarias (sin renunciar a lo esencial de su propuesta) para sacar a avante una Colombia más Humana.

Estamos ante una gran encrucijada, entre apoyar a Petro o dejar que llegue Duque (Uribe) a la presidencia, es triste que las últimas elecciones hayan sido, elijamos a cualquiera incluso a Santos por miedo Uribe, y la pregunta es ¿acaso no había otras opciones?

A estas alturas del paseo difícilmente se podrán cambiar las cosas, ya el juego está echado, si Petro no gana en primera vuelta en segunda es mucho más complicado, y si llegase a ganar ojalá haya aprendido de su paso por Liévano.  En todo caso que las elecciones nos cojan confesados.


Viernes, 18 de mayo de 2018.

el déspota es déspota, no importa si es de izquierda o de derecha.


[1] https://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo142028-uribe-dice-estar-encrucijada-del-alma
[2] https://voces.com.co/revelan-trinos-donde-duque-pensaba-diferente-a-lo-que-propone-en-los-debates/
[3] “Iván Duque, ha variado su posición en temas claves como los derechos de las mujeres y las parejas homosexuales, el consumo de drogas y la posibilidad de permitir el 'fracking' para la explotación petrolera en Colombia. Los debates presidenciales en Medellín y Barranquilla lo pusieron varias veces entre la espada de las preguntas y la pared de su pasado.”  Martes, 10 abril 2018 Por José Felipe Sarmiento en https://colombiacheck.com/chequeos/los-reversazos-de-duque.html