EL DESPERTAR DE LOS IDIOTAS
Nota Preliminar:
IDIOTA es una palabra que hoy en día se usa más que nada como un insulto
y que según el Diccionario de la lengua española (DRAE) se
usa para referirnos a alguien “engreído sin fundamento para ello”. Sin embargo, y para efectos del presente
texto, nos remitiremos al origen etimológico de la palabra, que llegó al español a través del latín idiota,
que a su vez provenía del griego διώτης /idiótes/.[1]
En las sociedades griegas, origen de la civilización, de las polis, del
ágora, de la ciudadanía, los IDIOTAS era
aquellos que se preocupaba solo de sí mismo, de sus intereses privados y
particulares, sin prestar atención a los asuntos públicos y/o políticos.
Pronto esta palabra se convirtió en un insulto, e inclusión se asocio en la
cultura francesa con la ignorancia o la falta de educación. En la Antigüedad grecorromana
la vida pública era de gran importancia para los hombres libres. Ser un idiota, es decir una persona preocupada
solo de lo suyo y desinteresada por los asuntos públicos, era mal visto, ya que
en la democracia era considerado deshonroso no participar de ella. De hecho, en la corriente
estoica se veía como obligación del hombre sabio el ser un hombre público
y político.[2]
Así pues palabras mas palabras menor, un idiota es un egoístas que tiene
la posibilidad de decidir y no lo hace, en consecuencia deja que los demás
decidan. Un ciudadano que tiene la posibilidad de decir y o decide es a falta
de otro adjetivo un Idiota que no se preocupaba de los asuntos públicos.
Sueño con el despertar de
los Idiotas
En Mucho no muy lejano, y ante
la ausencia de liderazgo y la incapacidad de los la clase política tradicional,
cínicamente corrupta clientelista, y sin ningún interés evidente de representar
la necesidad y el anhelo de una mejor vida, que no era mas que una vida digna,
este pueblo aguantador como diría Uribe en su segunda posesión, no aguanta mas
y se revelo, acabo con el embrujo
autoritario, abrió lo ojos, rompió
el idilio, la hegemonía, el patriarcado de la clase política “politiquería”
tradicional que apunta de clientelismo, mercado burocrático, y prebendas
institucionales a falta de políticas sociales estructurales, serias y
respetuosas, entre otras costumbres corruptas mediante las cuales se habían
mantenido en el poder. Empieza a surgir
la conciencia del ciudadana, de una masa que se había mantenido al margen,
inherte, indiferente, aunque profundamente afectada por las decisiones de lo
otros que han decidió todo el tiempo, solo contaban en los datos de
abstencionismos.
Por años estos caciques, se
disputaban periodo tras periodo los cargos públicos de elección popular, y
veíamos como en la faena política electoral cada vez habían más aspirantes,
legítimos o no ellos y ellas entran a dar la batalla, la contienda electoral,
por el voto, comprándolo o imponiéndose a través de la fuerza y la coerción
bélica fruto de sus alianzas, que como en toda sociedad de idiotas que se
respete, todos conocían, pero nadie
decía nada, por miedo. La estrategia es mantener a la población asustada, hambrienta
e ignorante, todo con un propósito, no pensar o pensar con el estomago, peor
aun con el estomago vacío, y hacer de la necesidad un catalizador del negocio
electoral.
La inconformidad ante la
falta de alternativas políticas, crecía al punto de llegar a votar por votar,
no por el mejor, sino por el menos peor, esta situación, sumadas al miedo, el
hambre, la pobreza, la pobreza intelectual
y la ignorancia política, configuraba un panorama de verdad desalentador, reflejo
de esta situación era el grado de abstencionismo que superaba el 50%[3],
la
democracia de las minorías, si a esto se le puede llamar democracia,
por otra parte muchos hacían su agosto vendiendo su voto, por la lamina de
zinc, el bulto de cemento, por un tamal o una pedazo de carne, vendían su conciencia, su ciudadanía, unos inconscientes y llevados por la situación
(necesidad, hambre) y otros muchos tantos consientes de que los recursos
invertidos por los candidatos en su campaña, luego iban a ser reembolsados con
los del erario a través de coimas y contratos, la política el ejercicio de la política se
volvió un negocio, frente a los ojos de todos que ante su impotencia, creyendo
que ya nada se podía hacer, optaban por sacar partido, ganarse unos pesos,
comer bien ese día y así les tocara comer M......, durantes los próximos años.
En temporada electoral, se
multiplican las oportunidades de capacitación, formación, prestamos que
canalizaban la necesidad de la población, pero que paradójicamente al llegar al
poder esto solo quedaba en estrategias de campaña, los “amigos del pueblo”
parecían ahora, temerle al pueblo pues
ya no daban la cara, las acciones sociales desaparecían, al igual que los
presupuestos públicos. Solo los más allegados a los electos gobernantes,
lograban mejorar en algo su calidad de vida, a través del pago de un favor
político, con un contrato o un cargo publico, y tal vez por lo expuesto
anteriormente la inversión social se limitaba a pavimentar las calles
[desarrollo de cemento, que entre otras es de lo mas regable], el esfuerzo
parecía ser el de recuperar rápidamente lo invertido en campaña. Así pasaba su
periodo, y en su ultimo año como quien
saca regalos de un saco aparecen las obras, las gestiones más por conveniencia,
abriéndole el camino, garantizando que su cándido, el de la afiliación
política, fortaleciera su imagen y poder así seguir en el negocio otro periodo
más.
Esto circulo vicioso genero un
gran estancamiento, político y social.
Tuvieron que pasar muchos años e iniciar un trabajo de base con las
nuevas generaciones, romper paradigmas y construir una nueva manera de hacer política
y ejercer ciudadanía, que retomara la esencia de estos conceptos [Política y
Ciudadanía], pero no fue fácil, el poder de las mancarías políticas y sus
alianzas político militares en muchos casos, sumado a la ignorancia propia el
una sociedad de Idiotas, hace que cambiar el estado de cosas pareciera
imposible, imperaba la apatía, la indiferencia, la critica sin acción, la ley
del silencio, hasta que al fin se
despierta del sueño de los idiotas y se dan cuentas que la solución esta en sus
manos y que durante mucho tiempo, estuvieron sometidos por su ignorancia y sus
miedos, entendieron que en un Estado Social de Derecho, ellos, los electores,
el pueblo es quien decide en ultimas, así fue que surgió un nuevo movimiento
social portador de una conciencia social que expresaba una nueva ciudadanía, decidieron
candados de tanta ignominia, mentiras, no
apoyar a ningún candidato, promoviendo conciencia,
y ante el inconformismo casi generalizado, hicieron un llamado a usar la Constitución y
a ejercer nuestra ciudadanía, nuestra soberanía “La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el
poder público. El pueblo la ejerce en forma directa o por medio de sus
representantes, en los términos que la Constitución establece.” Art. 3 CN.
Decidieron y promovieron votar en blanco como muestra de protesta, decidieron no abstenerse de mostrar su
rechazo a la corrupción, decidieron no venderse, DECIDIERON. Esto genero revuelo, y ante el efecto en la población de
este llamado los resultados no se hicieron esperar, y aunque a los medios, los
partidos los candidatos e incluso la academia defendían y promovían la tesis de
que no servia para nada, como estrategia de confusión y desinformación, pero
era tanto el escepticismo, la inconformidad que llevo esta (la población) a
sentar una posición radical, nunca antes vista en Colombia, muestra de gran
madures política y responsabilidad con nuestro futuro, la gente asistió en masa
en los comicios y sin flaquear en la convicción de cambio votaron en blanco,
obligando a repetir las elecciones con otros candidatos, oxigenando la baraja
de candidatos, comenzaron a construir otro sistema político, donde la
necesidades del pueblo, prevalecieran por encima de los interés partidistas, y
ya dejaran de ser la miseria de la gente la bandera de campaña, así con
determinación construyeron país, nación, armados de su cedula, marcaron la diferencia y
abrieron la senda de la ciudadanía, la
verdadera ciudadanía y comenzaron al fin a despertar del sueño de los idiotas.
“El peor analfabeto es el analfabeto
político. El no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos.
El no sabe que el costo de vida, el precio del poroto, del pan, de la harina,
del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El
analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho
diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la
prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el
político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y
multinacionales.”
Bertolt Brecha.
El poeta alemán
Texto Original Agosto de 2004
Ajuste y actualización Mayo 2014
[1] En este adjetivo encontramos la raíz
ἴδιος /ídios/,
que en griego era “lo privado, lo
particular, lo personal”. Con esta misma raíz tenemos otros sustantivos
como “idiosincrasia”: “Rasgos,
temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o de una
colectividad” (DRAE) e incluso “idioma”
“Del lat. idiōma, Lengua de un pueblo o nación, o común a varios”
(DRAE).
[2] Etimología de la
palabra “idiota” en
http://www.delcastellano.com/2008/07/06/etimologia-de-la-palabra-idiota/
[3] En Colombia el potencial electoral, es
decir, las personas en capacidad de votar, alcanza 32,8 millones. A las
urnas asistieron poco más de 14'3 millones de ciudadanos -
Abstencionismo, otra vez protagonista
Revista Semana del 10 marzo 2014
Cómo siempre muy agradecido por tus escritos, quedan pendiente un par de errores ortográficos que ralentizan la lectura, pero que no desdicen de lo oportuno de tu escrito.
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