miércoles, 14 de mayo de 2014

EL DESPERTAR DE LOS IDIOTAS



EL DESPERTAR DE LOS IDIOTAS



 Nota Preliminar:

IDIOTA es una palabra que hoy en día se usa más que nada como un insulto y que según el Diccionario de la lengua española (DRAE)  se usa para referirnos a alguien “engreído sin fundamento para ello”.  Sin embargo, y para efectos del presente texto, nos remitiremos al origen etimológico de la palabra,  que llegó al español a través del latín idiota, que a su vez provenía del griego διώτης /idiótes/.[1]  

En las sociedades griegas, origen de la civilización, de las polis, del ágora, de la  ciudadanía, los IDIOTAS era aquellos que se preocupaba solo de sí mismo, de sus intereses privados y particulares, sin prestar atención a los asuntos públicos y/o políticos. Pronto esta palabra se convirtió en un insulto, e inclusión se asocio en la cultura francesa con la ignorancia o la falta de educación. En la Antigüedad grecorromana la vida pública era de gran importancia para los hombres libres.  Ser un idiota, es decir una persona preocupada solo de lo suyo y desinteresada por los asuntos públicos, era mal visto, ya que en la democracia era considerado deshonroso no participar de ella.  De hecho, en la corriente estoica se veía como obligación del hombre sabio el ser un hombre público y político.[2]

Así pues palabras mas palabras menor, un idiota es un egoístas que tiene la posibilidad de decidir y no lo hace, en consecuencia deja que los demás decidan. Un ciudadano que tiene la posibilidad de decir y o decide es a falta de otro adjetivo un Idiota que no se preocupaba de los asuntos públicos.

Sueño con el despertar de los Idiotas

En Mucho no muy lejano, y ante la ausencia de liderazgo y la incapacidad de los la clase política tradicional, cínicamente corrupta clientelista, y sin ningún interés evidente de representar la necesidad y el anhelo de una mejor vida, que no era mas que una vida digna, este pueblo aguantador como diría Uribe en su segunda posesión, no aguanta mas y se revelo, acabo con el embrujo autoritario,  abrió lo ojos, rompió el idilio, la hegemonía, el patriarcado de la clase política “politiquería” tradicional que apunta de clientelismo, mercado burocrático, y prebendas institucionales a falta de políticas sociales estructurales, serias y respetuosas, entre otras costumbres corruptas mediante las cuales se habían mantenido en el poder.  Empieza a surgir la conciencia del ciudadana, de una masa que se había mantenido al margen, inherte, indiferente, aunque profundamente afectada por las decisiones de lo otros que han decidió todo el tiempo, solo contaban en los datos de abstencionismos.

Por años estos caciques, se disputaban periodo tras periodo los cargos públicos de elección popular, y veíamos como en la faena política electoral cada vez habían más aspirantes, legítimos o no ellos y ellas entran a dar la batalla, la contienda electoral, por el voto, comprándolo o imponiéndose a través de la fuerza y la coerción bélica fruto de sus alianzas, que como en toda sociedad de idiotas que se respete,  todos conocían, pero nadie decía nada, por miedo. La estrategia es mantener a la población asustada, hambrienta e ignorante, todo con un propósito, no pensar o pensar con el estomago, peor aun con el estomago vacío, y hacer de la necesidad un catalizador del negocio electoral.

La inconformidad ante la falta de alternativas políticas, crecía al punto de llegar a votar por votar, no por el mejor, sino por el menos peor, esta situación, sumadas al miedo, el hambre, la pobreza, la pobreza intelectual y la ignorancia política, configuraba un panorama de verdad desalentador, reflejo de esta situación era el grado de abstencionismo que superaba el 50%[3],  la democracia de las minorías, si a esto se le puede llamar democracia, por otra parte muchos hacían su agosto vendiendo su voto, por la lamina de zinc, el bulto de cemento, por un tamal o una pedazo de carne,  vendían su conciencia, su ciudadanía,  unos inconscientes y llevados por la situación (necesidad, hambre) y otros muchos tantos consientes de que los recursos invertidos por los candidatos en su campaña, luego iban a ser reembolsados con los del erario a través de coimas y contratos,  la política el ejercicio de la política se volvió un negocio, frente a los ojos de todos que ante su impotencia, creyendo que ya nada se podía hacer, optaban por sacar partido, ganarse unos pesos, comer bien ese día y así les tocara comer M......, durantes los próximos años.

En temporada electoral, se multiplican las oportunidades de capacitación, formación, prestamos que canalizaban la necesidad de la población, pero que paradójicamente al llegar al poder esto solo quedaba en estrategias de campaña, los “amigos del pueblo” parecían ahora,  temerle al pueblo pues ya no daban la cara, las acciones sociales desaparecían, al igual que los presupuestos públicos. Solo los más allegados a los electos gobernantes, lograban mejorar en algo su calidad de vida, a través del pago de un favor político, con un contrato o un cargo publico, y tal vez por lo expuesto anteriormente la inversión social se limitaba a pavimentar las calles [desarrollo de cemento, que entre otras es de lo mas regable], el esfuerzo parecía ser el de recuperar rápidamente lo invertido en campaña. Así pasaba su periodo,  y en su ultimo año como quien saca regalos de un saco aparecen las obras, las gestiones más por conveniencia, abriéndole el camino, garantizando que su cándido, el de la afiliación política, fortaleciera su imagen y poder así seguir en el negocio otro periodo más.

Esto circulo vicioso genero un gran estancamiento, político y social.   Tuvieron que pasar muchos años e iniciar un trabajo de base con las nuevas generaciones, romper paradigmas y construir una nueva manera de hacer política y ejercer ciudadanía, que retomara la esencia de estos conceptos [Política y Ciudadanía], pero no fue fácil, el poder de las mancarías políticas y sus alianzas político militares en muchos casos, sumado a la ignorancia propia el una sociedad de Idiotas, hace que cambiar el estado de cosas pareciera imposible, imperaba la apatía, la indiferencia, la critica sin acción, la ley del silencio,  hasta que al fin se despierta del sueño de los idiotas y se dan cuentas que la solución esta en sus manos y que durante mucho tiempo, estuvieron sometidos por su ignorancia y sus miedos, entendieron que en un Estado Social de Derecho, ellos, los electores, el pueblo es quien decide en ultimas, así fue que surgió un nuevo movimiento social portador de una conciencia social que expresaba una nueva ciudadanía, decidieron candados de tanta ignominia, mentiras,  no apoyar a ningún candidato,  promoviendo conciencia, y ante el inconformismo casi generalizado,  hicieron un llamado a usar la Constitución y a ejercer nuestra ciudadanía, nuestra soberanía “La soberanía reside exclusivamente en el pueblo, del cual emana el poder público. El pueblo la ejerce en forma directa o por medio de sus representantes, en los términos que la Constitución establece.” Art. 3 CN.  Decidieron y promovieron  votar en blanco como muestra de protesta,  decidieron no abstenerse de mostrar su rechazo a la corrupción, decidieron no venderse, DECIDIERON. Esto genero revuelo, y ante el efecto en la población de este llamado los resultados no se hicieron esperar, y aunque a los medios, los partidos los candidatos e incluso la academia defendían y promovían la tesis de que no servia para nada, como estrategia de confusión y desinformación, pero era tanto el escepticismo, la inconformidad que llevo esta (la población) a sentar una posición radical, nunca antes vista en Colombia, muestra de gran madures política y responsabilidad con nuestro futuro, la gente asistió en masa en los comicios y sin flaquear en la convicción de cambio votaron en blanco, obligando a repetir las elecciones con otros candidatos, oxigenando la baraja de candidatos, comenzaron a construir otro sistema político, donde la necesidades del pueblo, prevalecieran por encima de los interés partidistas, y ya dejaran de ser la miseria de la gente la bandera de campaña, así con determinación construyeron país, nación,  armados de su cedula, marcaron la diferencia y abrieron  la senda de la ciudadanía, la verdadera ciudadanía y comenzaron al fin a despertar del sueño de los idiotas.


 
 “El peor analfabeto es el analfabeto político. El no oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. El no sabe que el costo de vida, el precio del poroto, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.”

Bertolt Brecha.
El poeta alemán

Jorge Jaime Espalza
Texto Original Agosto de 2004
Ajuste y actualización Mayo 2014



[1] En este adjetivo encontramos la raíz ἴδιος /ídios/, que en griego era “lo privado, lo particular, lo personal”. Con esta misma raíz tenemos otros sustantivos como “idiosincrasia”: “Rasgos, temperamento, carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o de una colectividad” (DRAE) e incluso “idioma” “Del lat. idiōma,  Lengua de un pueblo o nación, o común a varios” (DRAE).
[2] Etimología de la palabra “idiota”  en http://www.delcastellano.com/2008/07/06/etimologia-de-la-palabra-idiota/
[3] En Colombia el potencial electoral, es decir, las personas en capacidad de votar, alcanza 32,8 millones. A las urnas asistieron poco más de 14'3 millones de ciudadanos  -
Abstencionismo, otra vez protagonista Revista Semana del 10 marzo 2014

1 comentario:

  1. Cómo siempre muy agradecido por tus escritos, quedan pendiente un par de errores ortográficos que ralentizan la lectura, pero que no desdicen de lo oportuno de tu escrito.

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