“Todo pueblo tiene el gobierno que se Merece” [1],
o tal vez el gobierno que es capaz de
aceptar, y es claro que, a pesar de las rupturas con las formas tradicionales
de hacer política, como agregado social no estamos preparados para asumir y aceptar
un gobierno de alternatividad, y con todo lo nocivo que es la corrupción, ésta
es más tolerable que tener pensamiento progresista o de izquierda, al cual se
le sigue rotulando de comunista y guerrillero. En Colombia es más aceptable ser
corrupto a ser de izquierda.
A pesar del triunfalismo y la
euforia de quienes gritan “ganamos”,
considero que es prematuro saber si en verdad se ganó como sociedad, como país,
como nación, ese grito vanidoso solo expresa la fervorosa idolatría y el ego de
haber votado por el que más obtuvo votos. Es muy prematuro para saber si como
agregado social ganamos o perdimos. Eso solo el tiempo lo dirá.
Los que si ganaron hoy fueron las
elites, los grandes grupos económicos, los cacaos, los Partidos Conservador,
Liberal, Cambio Radical, MIRA, ganó la corrupción, las maquinarias. También ganó
el miedo, la desinformación y el
fanatismo.
Hoy cosechan los resultados
quiénes han sembrado miedo y odios desde el plebiscito, sin duda ganó el
uribismo y el miedo a su invento el castrochavismo, que logró infundir el miedo
a una Venezuelizacion de Colombia, a pesar de los argumentos, análisis y tesis
que demostraban lo contrario o que era más fácil llegar a un totalitarismo como
el de Venezuela por la vía de la derecha que por la izquierda.
Ganó la desinformación, la mentira
como forma de hacer política, a tal extremo del cinismo, Como decía Dostoyevski “Los seres humanos llamamos
justicia a nuestras propias venganzas", en esa
medida ganó el oído la sed de venganza hacia la desmovilizada guerrilla
de las FARC, ese odio que impide la reconciliación. Ganaron quienes capitalizaron esos factores descubrieron
que la desinformación y el miedo y el odio
mueven más gente que las propuestas, Ganó la estrategia de llevar a las urnas
la gente “emberrancada”, desinformada y asustada.
Tampoco es tiempo de derrotismos, la tarea de construir una sociedad mejor está vigente, como fuerzas alternativas se logró plasmar un modelo de sociedad con valores ditintos, con un enfoque de derechos, hay que avanzar en la configuración de una izquierda más decente, “Se puede decir que todo pueblo
tiene el gobierno que se merece. Lo mismo vale para el partido y la organización
juvenil.” (L. Trotsky; 1938), y nos merecemos una izquierda que genere
menos resistencia, mas progresista, más inteligente, con más pedagógica y menos
demagoga.
Todo cambio genera crisis, en
toda crisis yace una oportunidad. Así
que no hay que perder las esperanzas, le prometí a mi hija que haría todo lo que
estuviera en mis manos por dejarle mundo mejor, y esa promesa no se agota en una
elección, y mientras este en este plano todo lo que haga estará orientado a
cumplir esa promesa. El imperativo ético de un ejercicio ciudadano responsable
debe trascender los resultados de una contienda electoral.
Espero que este no sea el
comienzo de otra noche oscura, espero que Duque como presidente electo
encuentre la manera de conciliar su programa
de gobierno ultraconservador y neoliberal con lo dicho en su discurso de
victoria, un discurso por llamarlo de alguna manera progresista en algunos puntos,
aunque en lo económico es esencialmente neoliberal.
Esperar que el riesgo de un
totalitarismo de una derecha retrograda, no se materialice y ahonde la tragedia
de un país y una sociedad donde pensar diferente, ser líder, defensor de DDHH, tener
una Orientación sexual “no heterosexual”,
o tener una postura política o religiosa sea motivo de persecución y eliminación.
Para quien gritan “ganamos”, solo
se habrá ganado cuando tengamos más derechos y menos corruptos. Y este no sé si
sea el caso.
Se habrá ganado cuando tengamos un
sistema de salud, donde la salud sea un derecho y no un servicio, sin la intermediación
de las EPS, solo así se habrá ganado, mientras tanto no se habrá ganado nada.
En su discurso está claro que
mantendrá las EPS, “la buenas” como si en una lógica de negocio hubiera EPS
buenas, solo importa que sean rentables.
Se habrá ganado cuando tengamos
un sistema de Educación Superior Público,
de calidad y gratuito, donde la educación
superior se un derecho y no un premio o un crédito, mientras no se fortalezca
la financiación de las universidades públicas, la gratuidad de la educación
superior será solo un discurso, mientras los recursos públicos se vayan a fortalecer
las universidades privadas, mientras eso siga pasando no se habrá ganado nada.
Mientras la corrupción siga
apoderada del Estado, mientras se alimenten los apetitos burocráticos de la
clase política tradicional, esa que hoy logró mantenerse en el poder, mientras
siga siendo así, no se habrá ganado nada, pues las cosas seguirán siendo
iguales e incluso peores.
Alguien me decía hoy que lo que “lo importa es que haya comida”, eso se
dice cunado se piensa con el estómago, cuando se desconoce de derechos,
renunciar a todo derecho por comida, es reducir
la ciudadanía a un ejercicio de subsistencia, de sobrevivencia y estas son las expresiones
más pobres del derecho a la vida, donde los derechos humanos a educación,
salud, empleo digno, seguridad, no importan, pero además es el reflejo del
profundo desconocimiento y miedo sobre la cual se edificó el triunfo de hoy.
¿Lo que importa es la comida? Como si fuéramos cerdos, que mientras haya
comida todo están bien así su destino sea el sacrificio.
¿Ganamos?, Dónde gana el miedo
pierde la esperanza, donde gana el odio y la sed de venganza pierde la vida, y
dónde gana la desinformación pierde la libertad. En ese caso, aunque ganen,
habremos pedido todos.
Y por Último espero que a Duque
le vaya bien, y que nos vaya bien a todos, no solo a las empresas y los grupos
económicos, sino a los trabajadorxs, no solo a los ricos sino también a la
clase media, y a los pobres.
¿y si solo ganan los pocos que se quedaron con el poder?, SI ES ASÍ espero que hayamos aprensamos de Venezuela y
Nicaragua, de esos pueblos que gracias a los medios de comunicación hoy conocemos como héroes, que se levantan ante la tiranía de los malos
gobiernos, ojala dejemos de ser ese pueblo berraco y aguantador del que habla
el innombrable, ojala no sea necesario, pero si lo fuera, espero que tengamos el
valor ante un mal gobernó de salir a las calles, de resistir, insistir,
persistir y no desistir, y de entender que nos mecemos un mejor gobierno.
[1]
Cuando los ciudadanos aceptan el accionar corrupto, lo están avalando y en ese
caso se aplica el viejo, De modo que el aforismo según el cual “todo pueblo
tiene el gobierno que se merece” habla de la conciencia que tiene una comunidad
y sus límites para el reconocimiento en común del Bien.