¿Y DEL VOTO PROGRAMÁTICO QUÉ?
Con la constitución de 1991,
Colombia introdujo un cambio en su modelo de democracia, un cambio hacia un
sistema electoral y un modelo de democracia más moderna, pasar de la mera
democracia representativa a un modelo de democracia participativa, pero bueno
ya sabemos cómo opera la modernización del Estado, en una sociedad premoderna, la
modernización sin modernidad, y a pesar de que témenos nuevas
herramientas para fortalecer la participación democracia, aun seguimiento
arraigados las formas tradicionales de hacer política, de elegir y ser elegidos,
muestra de lo que estoy diciendo es el poco uso que se le ha dado la herramienta
de Voto Programático, pero muchos (incluido varios candidat@s ) se
preguntar ¿Qué eso del voto programático?.
En desarrollo del artículo 259 de
la Constitución Política, se entiende por Voto Programático el mecanismo de
participación mediante el cual los ciudadanos que votan para elegir
gobernadores y alcaldes imponen como mandato al elegido el cumplimiento del programa
de gobierno que haya presentado como parte integral en la inscripción de su
candidatura. (Ley 131 de 1994).
En otras palabras, el voto
programático es la herramienta para que el elector dejara de votar por el trapo
rojo o azul, por el que diga partido o por la cara bonita (dicen que por eso
ganó Turbay Ayala y Andrés Pastrana la presidencia de la república, por los méritos
de su cara), y en cambio pudieran saber a menara de programa lo que proponían
los/las candidat@s, cuáles eran sus apuestas, prioridades y temas de interés, y en ese sentido pudieran votar (elegir)
informados y en función de un programa de gobierno. Pero como sabemos eso no ha
funcionado, se sigue votando por muchas otras razones distintas a las
propuestas, como dicen comúnmente eso no pegó.
AL PARECER ni a la gente (en
su gran mayoría) le interesa por saber cuáles son las propuestas de los/las
candidat@s, los/las candidat@s y sus
partidos AL PARECER no les interesa dar a conocer sus programas de
Gobierno.)[1],
asi pues que prevalece el discurso y la arenga para convencer incautos.
Así pues, sin dar a conocer sus programas de gobierno muchos
de los/las candidat@s, (por no decir que tod@s) terminan aplicando eso de que a
la gente se les dice lo que ellos quieren oír, terminan prometido casas en el
aire, puentes donde no hay ríos, y mil cosas más, es decir mucha promesa, pero
poca propuesta.
Por su parte la ciudadanía sin
conocer que fue lo que los candidatos propusieron en realidad y que está
contenido en sus programas de gobierno, terminan comiendo de cuento y de cara,
de amiguismos o partidismos, y vota sin saber en verdad que es lo que está
eligiendo.
Básicamente en esto radica la
importancia del voto programático en la democracia modera, pues la información
debe ser la base de la participación y de la elección, y sin información le pueden
estar metiendo un paquete chileno, y luego ya ni que hacer.
Avanzar en modernizar la
democracia no solo implica que haya leyes, sino que como sociedad podamos
romper estas formas amarradas y mal sanas de elegir gobernantes y hacernos
elegir a través de los engaños, es necesario estar informados y exigir a los/as
candidatas y candidatos hacer públicos sus programas de gobierno y
en coherencia con sus propuestas, cuestionarlos, exigirles
y/o acompañarlos si se considera que lo que proponen es lo que en
realidad necesita el territorio (municipio, departamento, país).
Jorge Jaime Espalza
Sociólogo – Especialista en Análisis de Políticas Públicas
[1]
Los candidatos a Alcaldías, Gobernaciones y Presidencia de la República, deban inscribir
su candidata junto con su pan de gobierno en el cual expongan entre otras cosas
su Visión del futuro, Propuestas concretas, Prioridades, Enfoque temático, Metas
e indicadores, etc.
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